Por los valores !!









 
Cuentan que en tiempos de la Grecia antigua existía un oráculo
de gran fama. Éste declaraba que quien desatara el nudo que se encontraba
en la vieja capital de Frigia, Gordium, se convertiría en el dueño
de inmensas tierras.


Desde que se conoció tal predicción, muchos se propusieron desenlazar
aquel nudo, mas sin éxito alguno. Entretanto, un forastero que pasaba
por la ciudad preguntó sobre su significado. Cuando se le dio a conocer
el vaticinio, desenvainó la espada, y de un solo golpe cortó el
célebre "nudo gordiano".


Así fue -según se dice- cómo Alejandro Magno dio inicio
a la epopeya que le llevaría a la conquista de uno de los más
grandes imperios de la historia.


Acariciar un sueño como el de Alejandro, suena un tanto anacrónico
hoy en día. No obstante, el hombre de hoy sigue soñando. El corazón
humano continúa generando obras formidables.


Las conquistas modernas ya no montan a caballo, ni empuñan la espada.
Ahora se plasman en acero y cemento armado, en el plató y micrófono
en mano, entre papeles y a la luz de la lámpara de escritorio; visten
bata de laboratorio y observan a través del microscopio; usan tenis y
le pegan duro al balón.


Pero sucede que no todos los grandes ideales que se gestan en el interior del
hombre llegan a ver la luz. Sólo Dios sabe cuántas de estas "criaturitas"
mueren prematuramente antes de nacer.


¿Cuántos se veían presidentes de una prestigiosa compañía
transnacional? ¿Cuántos estudiantes recibieron jamás un
diploma al final de su carrera? ¿Cuántos alpinistas no pudieron
dejar su bandera en la cima del Everest? ¿Cuántos atletas desfilaron
en las olimpíadas y volvieron a casa cabizbajos, sin una medalla al cuello?


Muchas son las razones para desistir de la lucha, encaminarse por otro rumbo
y dejarse vencer. Pero sólo existe un motivo para alcanzar la meta. Éste
es "querer", la clave del éxito. Querer convertirse en un gran
empresario; querer salir airoso de la universidad; querer ganar la medalla de
oro; querer ser alguien que deje una profunda e indeleble huella en la historia,
en la sociedad, en la familia. Cuando se quiere algo, el camino para llegar
a él se hace más corto.


El querer es un potente motor con decenas de caballos de fuerza. Hace al hombre
capaz de realizar obras colosales y vencer un sinnúmero de obstáculos.
Con una voluntad fuerte y vigorosa, el hombre podrá desenmarañar
todos los nudos que le presente la vida de cada día. Desenfundará
la espada y de un solo tajo los cortará, dispuesto a la conquista de
la victoria.



Rodolfo caballero 
Buenas Noticias

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