A 20 años de la Convención sobre los derechos del niños















Aunque el año ya casi termina, no está de más recordar esta importante Convención que mucho nos tiene qué hacer pensar. ¿Qué ha hecho por los niños esta Convención?


En 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño se convirtió en la primera convención internacional vinculante en afirmar los derechos humanos para todos los niños. Representa además un avance en el esfuerzo de que este mundo sea un mundo adecuado para los niños. Como tratado vinculante de derecho internacional codifica principios que los Estados Miembros de las Naciones Unidas acordaron que sean universales para todos los niños en todas las naciones y culturas, en todos los tiempos y sin excepción, simplemente bajo el hecho de haber nacido en la familia humana.

En México fue aprobada por el Senado el 19 de junio de 1990 según Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de julio de 1990. La vinculación fue dada el 21 de septiembre de 1990:

“…Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión…”

En muchas partes del mundo hay numerosos ejemplos del impacto de esta Convención tanto en la ley como en la práctica. Algunos ejemplos los tenemos en Brasil, que al ratificar la Convención elaboró un nuevo Estatuto del Niño y el Adolescente basado en estos principios, o el de Burkina Faso que creó un Parlamento para los Niños que revisara su presente legislación en respuesta al principio de “participación” que forma parte de la Convención.

Sin embargo, el hecho de que se haya establecido que los niños son sujetos de derechos universales se encuentra aún muy lejos de alcanzarse. Muchísimos niños, al ser considerados ‘propiedad’ de los adultos, son sujetos de abuso y explotación. La expresión: “…una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño…” (Art. 3) desde su inicio, ha sido una expresión controvertida, debido a que ha sido manipulada en contrastantes acciones, tiene implicaciones peligrosas porque aunque promueve derechos humanos para los niños, en la realidad limita derechos de los padres dotando a los gobiernos con la autoridad de determinar “el interés superior” del menor. Un comité de 18 expertos de naciones reunidos en Ginebra tiene la autoridad de emitir interpretaciones oficiales del tratado que pueden ejercer presión en cortes internas y legislaciones de los Estados. La Convención afirma que en todas las cuestiones que se refieran a los niños, ya sean públicas o privadas o en las cortes, el mejor interés de los niños deberá ser la consideración primordial. Además, las naciones deben asegurar que los niños sean capaces de expresar sus puntos de vista libremente en todas las situaciones que los afecten, de acuerdo a la edad y madurez del niño. Esto contraviene los derechos de los padres ya que ni las cortes ni los trabajadores sociales tienen derecho o autoridad para intervenir en la relación de padres – hijos o en lo que respecta a toma de decisiones. La importancia de esto, radica en que el gobierno no puede sustituir su fallo por la decisión de los padres a menos de que hubiese prueba de daño al niño suficiente para justificar la intervención gubernamental.

Es claro que en dos importantes áreas de la relación padres-hijos: religión y educación, hay gran conflicto. En México por ejemplo, el tema de la educación sexual, ahora inscrita en la Cartilla de Vacunación, debería solamente ser competencia de los padres ya que la susodicha Cartilla promueve el uso del condón en la adolescencia para “prevenir enfermedades sexuales”, métodos anticonceptivos y la pastilla del día siguiente, con obvios efectos abortivos. Sin embargo, autoridades de salud señalan que “el documento ataca directamente un problema de salud pública ya que los jóvenes empiezan su actividad sexual en promedio a los 15 años y se embarazan a los 16”. Rafael Pámanes, Presidente de la Unión Neolonesa de Padres de Familia señala que: “Los condones y la pastilla del tercer día es un fomento a relaciones sexuales a temprana edad que pueden provocar lo mismo que buscan prevenir. La solución es conocer, hacer conciencia y educar en valores para que cada individuo tenga un estilo de vida respetándose a sí mismo y a los demás” (cf. El Norte. México: afirman que educación sexual debe limitarse por etapas. Octubre 28, 09).

En una junta efectuada en las Naciones Unidas, se habló de la importancia de “…erradicar la discriminación y la injusta distribución de poder que se encuentra bajo el tráfico humano, que garantiza la impunidad a los traficantes y que niega justicia a las víctimas”. Los niños migrantes son especialmente vulnerables a los abusos de derechos humanos cuando tratan con, o a veces sin sus padres, de cruzar las fronteras de sus países en busca de mejores condiciones de vida.

El 27 de octubre, Jorge Bustamante quien funge como Relator Especial de derechos humanos de los migrantes presentó su Reporte ante las Naciones Unidas señalando que los niños son vulnerables en cualquier etapa del proceso de migración. “Los niños muy a menudo son presa fácil para sindicatos trans-nacionales del crimen organizado quienes los involucran en prácticas de explotación como contrabando, tráfico humano y formas contemporáneas de esclavitud”, señaló.

Además dijo que “la falta de disposiciones específicas para niños en la mayor parte de las leyes de migración y la falta de tomar en cuenta las condiciones específicas y necesidades de los niños migrantes en políticas públicas, solamente exacerba estos problemas para los niños que emigran y los deja expuestos a abusos posteriores”. Los niños son cada vez más una parte del masivo movimiento de población de refugiados, de personas que buscan asilo político y de la migración por causas económicas quienes están en riesgo, ya sea que viajen con sus padres, que se separen de ellos o que viajen sin compañía. Las niñas son aún más vulnerables ya que a menudo son quienes reciben mayor discriminación basada en su género y violencia, así como abuso sexual. El Sr. Bustamante finalmente hizo un llamado a las naciones para hacer un “acercamiento serio a este problema”, abordar el racismo, la xenofobia y formas afines de intolerancia, que continúan afectando las vidas de millones de migrantes cada día.

Por otra parte, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon declaró el 22 de octubre del presente que: “Nuestra lucha contra el tráfico humano está guiado por tres “p”s: prevención, protección y proceso (o juicio)… Debemos empoderar a las víctimas. Necesitan de sistemas de apoyo, información y educación. Necesitan modos viables de ganarse el sustento. Necesitan de sistemas de justicia criminal para perseguir a los traficantes y sujetarlos a penas severas. Las tasas de condenas en la mayor parte de los países son microscópicas comparadas con el tamaño del problema. Sin embargo, cuando el Estado ayuda a las víctimas, las víctimas pueden ayudar al Estado a romper las redes de tráfico”.

El Sr. Ban citó una serie de prácticas horrendas que incluyen: vínculos por deudas, trabajos forzados, tortura, tráfico de órganos, explotación sexual y condiciones de esclavitud. “El tráfico humano daña, traumatiza y mata a los individuos, es devastador para las familias y reta a la seguridad mundial” declaró acerca de una industria que genera billones de dólares en ganancias a expensas de millones de víctimas. Entre las víctimas que fueron invitadas a este evento en las Naciones Unidas estaban: Charlotte Awino, quien fue secuestrada a los 14 años por los rebeldes del Ejército de Resistencia del ‘Lord’ en Uganda y quien fue sujeta a esclavitud sexual durante ocho años; Buddhi Gurung de Nepal, enviada a Iraq para trabajar en una base militar de E.U.; Kika Cerpa de Venezuela, forzada a prostituirse por un hombre a quien consideraba su novio y Rachel Lloyd, una activista quien sobrevivió a la explotación sexual comercial siendo una adolescente y más tarde inició una organización en Nueva York para ayudar a niñas víctimas del tráfico sexual.

Lo primero que debemos considerar es que el derecho de los padres de criar y proteger a sus hijos ha sido una larga tradición en todo el mundo. Esta es hoy retada ya que existe una penetrante actitud internacional de preferir al Estado sobre la autoridad de los padres de familia, ya que los activistas en la comunidad internacional buscan transformar los derechos de los padres en ‘responsabilidades de los padres’ y luego asumir que es derecho de los gobiernos hacer valer esas responsabilidades sobre los deseos de los mismos padres. Pienso que por muy bien intencionado que pueda ser un gobierno, nunca puede reemplazar el impacto del amor de los padres en la crianza de los niños. Casi todas las jurisdicciones reconocen derechos básicos de los niños, pues ellos tienen derecho a alimentos y albergue, a recibir educación, etc. Sus derechos legales incluyen a no ser abusados física ni sexualmente. Esto nadie lo puede negar. Pero el asunto importante surge cuando la ‘teoría moral’ se convierte en una ley vinculante dirigida por un tratado internacional.

Pongamos un ejemplo a lo anterior: el 27 de agosto de 09 la ONU dio a conocer la “Guía de Educación Sexual para el Empoderamiento de los Jóvenes”, también llamada “Directrices Internacionales para la Educación Sexual”, elaborada por la UNESCO con el asesoramiento del UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP-UNFPA). La Guía se enmarca dentro de los esfuerzos para realizar los Objetivos o Metas del Milenio para el Desarrollo (NG 772) fijados por la ONU en el año 2000 para “luchar contra la pandemia del SIDA”.

En el contenido de esta Guía destaca la iniciación a la masturbación a partir de los 5 años de edad y la mentalización en “los roles de género y los estereotipos de género”, es decir, la apología de la homosexualidad. A partir de los 9 años, los niños deberán ser instruidos sobre “los efectos positivos y negativos de los afrodisíacos” y deberán luchar contra la “homofobia, transfobia y la violencia de género”, esto es, más exaltación de la homosexualidad. A los 12 años, deberán pensar en las “razones para abortar”, esto es, al igual que la enseñanza del eufemismo de la “violencia de género”; y a los 15 años llegarán para promover “el derecho al aborto seguro”.

Ante esto, no me queda más que referirme a que solamente la familia puede y debe asumir una seria responsabilidad en lo que respecta a los niños. A demasiados niños les es negado el derecho a la vida; la selección prenatal elimina a los niños sospechosos de tener una incapacidad o a las niñas por razón de su sexo; los niños son las primeras víctimas del hambre o las guerras; los niños son quienes carecen de alimentos y protección; son privados de educación escolar; cuando se enferman de VIH/SIDA, malaria o tuberculosis no tienen acceso fácil a medicinas; son vendidos a traficantes, explotados sexualmente, reclutados como soldados, desplazados o empujados a trabajos para los cuales no son aptos. Eliminar la violencia hacia los niños demanda que el Estado y la sociedad apoyen y posibiliten a la familia a que asuma su propia responsabilidad.

“Todos los niños necesitan ser respetados en su inherente dignidad ya que son seres humanos. La Convención de los Derechos del Niño no incluye de manera explícita un artículo en un derecho específico de participar.

Sin embargo, la Convención contiene artículos que toman en cuenta la participación de los niños, por ejemplo expresar sus puntos de vista y que éstos sean escuchados (Art. 12).

Al considerar la concreta aplicación de la participación del niño, debe siempre recordarse, como afirma la Convención que los Estados Miembros están llamados a respetar “las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres…de impartirle en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención” (Art. 5).

Los gobiernos deben asumir la responsabilidad de proteger y promover a la familia porque ésta tiene obvia vinculación orgánica con la sociedad. La sociedad civil también tiene un importante papel qué jugar en el apuntalamiento de la familia y en contrarrestar todas las formas de violencia contra los niños….Todos los niños merecen crecer en un ambiente estable y sano de acuerdo a su dignidad” (Cf. Declaración del Arzobispo Celestino Migliore, Nuncio Apostólico y Observador Permanente ante las Naciones Unidas de la Santa Sede. 64ª Sesión de la Asamblea General N.U. ante el 3er Comité. Promoción y Protección de los Derechos del Niño, Nueva York 15 de Octubre, 2009)


Autor: Norma Mendoza Alexandry | Fuente: Arcol

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