Denuncian discriminación y violencia contra católicos en Tucumán

San Miguel de Tucumán, 12 Nov. 09 (AICA)




Agresiones durante la marcha de mujeres autoconvocadas

Los días 10, 11 y 12 de octubre se realizó en Tucumán en XXIV Encuentro Nacional de Mujeres, que convocó a miles de mujeres para debatir sobre temas como familia, sexualidad, salud, violencia, anticoncepción y aborto, mujeres cabeza de familia y desocupación, entre otros.

“Algo cambia en cada mujer que participa” fue el lema que guió el encuentro cuya modalidad de trabajo fueron talleres. En ellos, según expresaban las organizadoras en la convocatoria, “todas participan”, se trata de talleres “soberanos” en donde “lo que se discute, y las conclusiones a las que se llega pertenecen solo a las mujeres que participan de los mismos”; además “tienen como modalidad el consenso y no se vota, se reflejan todas las opiniones y posturas”.

Sin embargo, a un mes de dicho encuentro, algunas de las mujeres que participaron quisieron compartir su experiencia y, al mismo tiempo, “aclarar algunos términos” vertidos en una solicitada” que la Comisión Organizadora publicó en el diario La Gaceta el domingo 1 de noviembre, en la que se denuncia a “los fundamentalismos y a la derecha clerical fascista de la jerarquía de la iglesia católica, que procuraron distorsionar nuestros objetivos, imponiendo la vergüenza y naturalizando las condiciones sociales de exclusión para las mujeres”.

“No teniendo los fondos del gobierno” con que cuentan quienes la publicaron, estas mujeres difundieron su mensaje por medio de una cadena de correos electrónicos. El texto lleva la firma de Liliana Costa, tucumana, y presenta “otras posturas que también tenemos otras mujeres que para nada nos sentimos representadas” por lo que expresa la solicitada.

Nos vimos discriminadas por quienes se jactan de la diversidad
“Nuestra participación en el encuentro fue en respuesta a la necesidad de sentirnos protagonistas desde la defensa de valores tales como la vida, la familia, la cultura de la vida que es atacada permanentemente. Tal participación fue un acto total de libertad de quienes quisimos tener voz en un encuentro abierto a todas las mujeres de nuestro país”, expresa el mensaje. Pero advierte una contradicción en el hecho de que quienes utilizaron el lema “Algo cambia en cada mujer que participa” y destacaron la “diversidad de posturas, de grupos, de organizaciones participantes”, en otro párrafo denuncian “los fundamentalismos y a la derecha clerical fascista de la jerarquía de la iglesia católica” y acusan a quienes defendieron libremente su postura, de “distorsionar los objetivos del encuentro y de imponer la ‘vergüenza, injuriando y atacando el Encuentro’”.

La solicitada expresaba también que “las mujeres decimos no a la cultura de la muerte y de la hipocresía”, ante lo cual el mensaje sostiene que esto se contradice con la defensa del aborto y de la “distorsión de su propia identidad de mujeres”. En ese sentido agrega: “Esta postura pone en evidencia el relativismo que proponen ideologías que presentan visiones parciales de la realidad y que siguen alimentando divisiones en lugar de promover el encuentro entre los habitantes de un país que quiere mirar adelante y construir rescatando tantos valores sociales perdidos”.

“De más está decir que quienes participamos para defender la postura a favor de la vida y la familia fuimos las que paradójicamente nos vimos discriminadas por quienes tan abiertamente se jactan de la diversidad de posturas en los talleres”, prosigue el texto. Al mismo tiempo sostiene que “todos los ciudadanos que queremos encontrar espacios de discusión de manera civilizada, no entendemos con qué derechos estas mujeres dañaron tan impunemente los edificios públicos y propiedades privadas como si fuera la furia el único modo que tienen para hacer pesar sus ideas. ¿Es acaso defender los derechos de la mujer hacer política usando punteras que se encargaban de todo el ‘backstage’ del encuentro?”

“La verdad, como mujeres de un sector, no nos sentimos para nada representadas por tal manipulación. Quienes estuvimos en los talleres con otra postura que no es necesariamente de la iglesia, también hemos podido entablar conversaciones con mujeres que con mucho sacrificio vinieron de Catamarca, invitadas por punteras políticas y ni siquiera fueron recibidas por nadie y las sorprendió la noche sin un lugar para dormir. ¿Es esto la dignidad de la mujer que tanto defendemos? La distribución equitativa que tanto se predica, nos permitió ver mujeres durmiendo indignamente en plazas y lugares que no cuentan con la infraestructura necesaria mientras que otras se alojaban en hoteles 5 estrellas. En algunos casos, y para sorpresa nuestra, muchas jóvenes se unieron a nuestras conclusiones en los talleres porque desconocían mucho de los temas que se trataron y la defensa de nuestra postura les abrió la mente a otras ideas”.

“Quisimos participar en un encuentro donde nuestra voz valga contra leyes de quienes no tienen voz, en una democracia que en teoría debiera permitir la expresión libre del pensamiento de todos. Sin embargo, nos encontramos con una realidad triste, donde la democracia empobrecida discrimina a un sector que no cede ante la muerte de inocentes y ante lo que va contra la propia naturaleza”.

“Esta voz fue sostenida con los fundamentos de los valores que sostienen nuestra vida. ¿Es esto ser fundamentalista? ¿O es una manipulación más de nuestro lenguaje para desvalorizar términos de su real significado? Según el diccionario, fundamentar es “establecer los principios y bases de una cosa”.

“Quienes participamos de los talleres pudimos comprobar la vaciedad de bases sólidas para debatir temas tan importantes. Es importante aclarar que lo que comenzó hace 24 años con el propósito de debatir temas que atañen al interés de la mujer, tales como el trabajo, la violencia, la trata de personas, la cultura, quedaron reducidos a dos temas principales: aborto y estudio del género”.

Ataques violentos contra los católicos
Otra forma de expresión, también utilizando la cadena de correos electrónicos por falta de recursos para una solicitada, fue una presentación de Power Point en la que pueden apreciarse violentas agresiones sufridas por quienes intentaron defender la catedral de Tucumán durante la marcha que se llevó a cabo el domingo 11 de octubre, en el marco del Encuentro.

El texto que acompaña las imágenes relata cómo fueron los hechos:
“Estas Mujeres se reunieron para ‘reivindicar el género’, debatir sobre la violencia doméstica, la trata de blancas, la salud reproductiva, el derecho a abortar y expresar su preocupación por la violencia que se vive actualmente…Con más violencia”.

“Los Católicos de Tucumán, alertados por lo que ocurrió en anteriores encuentros se apostaron frente a las iglesias para proteger los templos de posibles ataques. Tomados de la mano, con carteles que bregaban por la vida del niño por nacer y rezando un Ave María tras otro. Los hombres se colocaron justo detrás de las vallas para proteger a mujeres y niños.

“Fue suficiente para enfurecer a estas mujeres, que en su marcha por los templos arrojaron botellas, pintura, orina, pastillas, escupitajos. Además de mostrar sin ningún pudor sus senos al descubierto y besarse entre ellas. Les pintaron bigotes a los chicos sin que ellos dijeran una sola palabra. También mancharon su ropa y cuerpo con pintura en aerosol. Y aún así ellos siguieron tomados de las manos sin responder. Sólo rezando a la Virgen María a viva voz!!!”

“Escupían a todas las personas apostadas frente a las iglesias (niños, mujeres y hasta a las policías). Y cuando todo eso ya no era suficiente…. Comenzaron a desnudarse y besarse entre ellas. Se pasaban los rosarios por los genitales para después destruirlos y tirarlos. El saldo dejado por estas salvajes fue de varias personas ensangrentadas, heridas y con quebraduras; monumentos históricos arruinados por las pintadas”.+

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