Relanzamiento de la Petición a la ONU por el Niño No Nacido: se busca un millón de firmas

(WASHINGTON, DC – C-FAM) Una alianza internacional de agrupaciones pro-vida y pro-familia ha relanzado una petición con la que se espera recolectar un millón de firmas en apoyo del niño en gestación y de la familia tradicional.

Grupos estadounidenses, polacos, españoles y de otros países europeos lanzaron la petición el año pasado y llegaron a reunir casi medio millón de firmas, que fueron presentadas a embajadores de la ONU especialmente seleccionados y durante una conferencia de prensa de las Naciones Unidas que fue transmitida en toda la sede de la Organización. Entre las mencionadas agrupaciones, estuvieron presentes las estadounidenses C-FAM (que edita Friday Fax), Concered Women for America, United Families International, junto con la Federación Polaca de Movimientos Pro-Vida y el Instituto de Política Familiar, oriundo de España. También participó de la conferencia de prensa un destacado parlamentario hondureño.
El objetivo de la petición es persuadir a los Estados Miembro de la ONU para que comiencen a interpretar que la Declaración de los Derechos Humanos protege al niño no nacido contra el aborto y para que reconozcan el matrimonio tradicional y el derecho de los padres de educar a sus hijos.
Los organizadores relanzaron el pedido, en parte, a modo de reacción en contra del intento de los movimientos pro-abortistas que, el año pasado, quisieron aprovechar el 60º aniversario de la Declaración para promover el derecho al aborto.
La petición a favor de la vida, que fue traducida a diecinueve lenguas y que puede ser firmada en www.c-fam.org/campaigns/lid.3/default.asp, hace explícita referencia a algunos fragmentos de la Declaración Universal que pueden ser interpretados por los Estados miembro de un modo pro-vida y pro-familia. Por ejemplo, la Declaración Universal señala: «Todo individuo tiene derecho a la vida». Si bien no se aclara que quienes redactaron el documento hayan tenido en mente incluir la vida de los niños en gestación en este artículo, los Estados pueden interpretar de ese modo el documento.
En la Declaración también se dice: «Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia». En el transcurso de los últimos años, los socialistas radicales han presionado a la ONU para que se declare el derecho internacional de los homosexuales a contraer matrimonio. Esto se opone directamente lo que los redactores de la Declaración Universal quisieron inscribir en ella y en sus convenios vinculantes promulgados en 1966.
Los defensores de los derechos de la familia también resaltan que en la Declaración Universal se reconoce que «[l]os padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos». Actualmente, en algunos países de occidente se está promoviendo la propaganda homosexual en las escuelas, aun contra la voluntad de los padres. Esto constituiría una violación de la Declaración Universal.
Asimismo, en la petición se cita el fragmento de la Declaración que establece: «La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado». En los últimos años se ha intentado minar las bases de la familia natural, porque se ha intentado redefinirla de modo tal que incluya a las parejas homosexuales. Esto ha sido rechazado en reiteradas oportunidades por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los organizadores también tomaron como ejemplo el accionar de los católicos de la Comunidad de San Egidio, en Roma, quienes recolectaron un millón de firmas por las que se pidió una moratoria de la aplicación de la pena de muerte a un condenado, la cual dio como fruto una exitosa resolución de la ONU en la que se pidió la abolición de la pena capital.
La eslovaca Anna Zaborska y el italiano Carlo Casini, parlamentarios de la Unión Europea, encabezaron en Europa una campaña similar a la petición pro-vida. Sus solicitudes fueron entregadas al Parlamento Europeo el año pasado.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
http://www.c-fam.org/

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